Brasilia, 7 de noviembre de 2025 (OPS/OMS) – Representantes de diez países, junto con instituciones regionales y globales, se reunieron en la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Brasil para analizar el contexto regional y avanzar en la formulación de recomendaciones clave sobre vigilancia genómica intersectorial de la influenza zoonótica en el marco de la Comisión Intersectorial para la Prevención y Control de la Influenza Zoonótica en las Américas (CIPCIZA).
Durante esta reunión técnica, participaron expertos de los ministerios de salud, servicios veterinarios oficiales, autoridades ambientales, de la academia, y del Centro Colaborador de la OMS sobre Influenza en Animales, del St. Jude Children’s Research, Memphis. Además, por parte de OPS, participaron representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), red OFFLU (Red de FAO y Organización Mundial de Salud Animal), la Comunidad Andina, el Comité Veterinario Permanente del Cono Sur, y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. El encuentro tuvo como eje central fortalecer la colaboración entre sectores para mejorar la capacidad de vigilancia genómica frente a amenazas zoonóticas con potencial pandémico.
“Contar con una vigilancia genómica integrada entre sectores es un imperativo para que podamos enfrentar a las amenazas de la influenza zoonótica y otros patógenos emergentes”, afirmó el Dr. Andrea Vicari, jefe de la Unidad de Gestión de Amenazas Infecciosas en la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Uno de los temas clave fue la incorporación formal de la vigilancia genómica como componente esencial de los sistemas nacionales de vigilancia en tres sectores de salud pública, animal, y de fauna silvestre. También se subrayó la importancia del intercambio seguro y fluido de datos genéticos y origen de las muestras (metadatos) entre los tres sectores.
“Es esencial incorporar una dinámica de vigilancia genómica intersectorial, en la que los resultados provenientes de los diferentes sectores – salud animal pecuario, fauna silvestre y publica – son analizados de manera conjunta, con el fin de obtener una interpretación integrada de la evolución de los virus y de su impacto en la transmisión entre especies y en la severidad”, destacó El Dr. Manuel Sanchez, coordinador del área de Epidemiología de PANAFTOSA.
Asimismo, se identificaron capacidades instaladas y brechas críticas en infraestructura, equipamiento, formación técnica, y análisis bioinformático. Se discutió el desarrollo de lineamientos técnicos y buenas prácticas para integrar la vigilancia genómica en protocolos nacionales y regionales, además de proponer mecanismos para el análisis conjunto de datos y su aplicación en la evaluación de riesgos y toma de decisiones sanitarias.
Compromiso regional ante amenazas emergentes
Las recomendaciones formuladas serán compiladas en un informe técnico regional, que orientará acciones intersectoriales para el fortalecimiento de la vigilancia genómica en los países. Este trabajo cobra especial relevancia ante la persistente circulación de virus de influenza aviar en las Américas, la aparición de variantes con nuevos marcadores genéticos, y la evidencia reciente de disminución de la eficacia de medicamentos antivirales, una mayor adaptabilidad en mamíferos, y el potencial de propagación de animales a personas.
Frente a esta complejidad, urge reforzar la cooperación entre sectores para consolidar sistemas de vigilancia, preparación y respuesta efectivos que protejan la salud pública y animal y prevengan la propagación de enfermedades.
Sobre la CIPCIZA
La Comisión Intersectorial para la Prevención y Control de la Influenza Zoonótica en las Américas (CIPCIZA) es una plataforma coordinada por la OPS que promueve la cooperación técnica entre los sectores de salud pública, animal y ambiental bajo el enfoque de Una Salud. La CIPCIZA se alinea con resoluciones clave adoptadas por los Estados Miembros, como el Reglamento Sanitario Internacional (actualizado en 2024), la Política de Una Salud, y la Estrategia Regional de Vigilancia Genómica, que impulsan la preparación ante brotes y pandemias mediante el uso estratégico de evidencia científica.





