Thursday, September 4, 2025
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OPS acompaña la vigilancia de la presencia en el noroeste argentino del insecto que transmite el virus Oropouche

Buenos Aires, 26 de agosto de 2025 (OPS). A partir de la reemergencia de la fiebre de Oropouche en países limítrofes y de la presencia del vector en la selva Tucumano Oranense, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Argentina junto con la cartera sanitaria nacional y el Ministerio de Salud Pública de Salta trabajó en la campaña de vigilancia y en la capacitación en biología, muestreo, determinación e identificación del principal transmisor del virus, el insecto Culicoides paraensis, conocido como jején, en las localidades salteñas de Salvador Mazza, Acambuco y Aguas Blancas.

Los Culicoides se reproducen en ambientes húmedos, incluyendo márgenes de ríos, charcas, huecos de árboles, sitios con vegetación densa y zonas con acumulación de materia orgánica. La identificación y determinación de estas especies representa un desafío para los equipos técnicos debido a su tamaño pequeño y similitud morfológica. Es por ese motivo que se requieren conocimientos específicos y el uso de instrumental óptico para su diferenciación. 

Foto de un búsqueda y captura de insectos

En ese sentido, la representante de OPS en Argentina, Eva Jané Llopis, explicó que “la iniciativa tiene el propósito de fortalecer las capacidades locales mediante la formación técnica y operativa de los equipos provinciales y municipales para asegurar la preparación y una respuesta rápida y coordinada ante cualquier contingencia vinculada a la circulación del virus Oropouche”.

De acuerdo a la última actualización epidemiológica de OPS de fiebre de Oropouche en la Región de las Américas, desde principio de 2025 hasta 27 de julio de 2025, se confirmaron 11.888 en Brasil, 501 en Panamá, 330 en Perú, 28 en Cuba, 26 en Colombia, 5 en Venezuela y 1 en Guyana. Además, se notificaron tres casos importados en Uruguay, dos en Chile, uno en Canadá, y un en Estados Unidos. En 2024, la región registró 16.239 casos en 11 países y un territorio, incluyendo cuatro defunciones.

El virus se transmite principalmente a través de la picadura del jején y de manera reciente se ha documentado transmisión de madre a hijo. Cabe destacar que en la actualidad no existe un tratamiento antiviral ni vacuna específica contra el virus Oropouche por lo que la prevención se basa en el control de la población del vector y en medidas de protección como el uso de repelentes y mosquiteros, entre otros.

En este contexto, la actividad tuvo como objetivos determinar la presencia y abundancia de los vectores de esta enfermedad en el norte argentino y capacitar al personal de la Dirección de Zoonosis y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Ministerio de Salud de la Nación y de Salta en técnicas de captura, procesamiento e identificación de estos insectos. La formación también incluyó el uso de las herramientas necesarias para la respuesta ante la aparición de casos.

Foto de participantes de la campaña trabajando con microscopios

Hasta el momento, los antecedentes de circulación del virus Oropouche en Argentina son de 2005. Ese año, el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (INEVH) identificó ocho muestras positivas por RT-PCR correspondientes a personas con residencia en la provincia de Jujuy. Las muestras analizadas formaban parte de un estudio realizado sobre sueros de pacientes con síndromes febriles inespecíficos cuyos resultados previos habían sido negativos para dengue y encefalitis de San Luis. Las muestras provenían de varias provincias pero todos los casos positivos se concentraron en Jujuy, entre enero y abril de 2005. 

Desde entonces, el INEVH ha continuado monitoreando la posible circulación de este virus mediante el análisis de una proporción de muestras negativas para dengue y de personas con antecedente de viaje a zonas con transmisión, sin haberse registrado nuevos casos positivos. No obstante, se corre el riesgo de que la enfermedad pueda ser subdetectada, dado su solapamiento clínico con otras arbovirosis como dengue, zika, chikunguña y fiebre amarilla.

La fiebre de Oropouche se caracteriza por aumento de la temperatura corporal e intensos dolores de cabeza, musculares y articulares. Por lo general, la recuperación toma entre dos a tres semanas, aunque hasta el 60 por ciento de las personas infectadas ha experimentado recaídas. En casos poco frecuentes puede causar meningitis o encefalitis, y en embarazadas se han reportado posibles riesgos, en particular, potenciales afectaciones al feto.

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