Agravación vertiginosa de la crisis francesa. A las doce horas cortas de anunciar la formación de su gobierno, la tarde del domingo, Sebastien Lecorunu, primer ministro, presentó su dimisión a Emmanuel Macron, invitado a dimitir o convocar elecciones anticipadas, «aspirando» a convertirse en … el presidente más impopular y «peligroso» de la V República.
Se trata de una crisis precipitada por el jefe del Estado, con sus decisiones irresponsables, desde la primavera / verano del 2024, obligado a aceptar la dimisión del jefe de Gobierno más efímero de la historia de la V República y de la crisis gubernamental más rápida y devastadora de la historia del régimen fundado entre 1958 y 1962 por el general Charles de Gaulle.
Según varios sondeos concordantes, entre el 80 y el 90% de los franceses estiman que Macron debe disolver la Asamblea Nacional, primera cámara del Parlamento, y convocar elecciones generales anticipadas.
Marine Le Pen, fundadora de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido mayoritario en la Asamblea Nacional (AN), apoya y reclama esa opinión ultra popular, convencida que su formación política es la gran beneficiaria de una crisis nacional sin precedentes, aspirando a gobernar Francia, en solitaria, en un plazo que puede ser relativamente rápido.
Jean-Luc Mélenchon, presidente de La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), pide dos decisiones complementarias: «Acelerar el procedimiento de destitución de Emmanuel Macron«, y disolución de la AN, seguida de elecciones anticipadas. La destitución del presidente parece improbable, pero hace mucho »ruido« y es una alternativa que suscita adhesión entre los electorados populares.
Con pocos matices, socialistas, comunistas y derecha tradicional proponen decisiones muy semejantes, con un punto capital en común: todos los partidos mayoritarios culpan a Macron de una crisis histórica del régimen, pidiendo, con matices, su «eclipse», dimisión o «renuncia». Exigencia que solo tiene rarísimos precedentes históricos.
Históricamente, François Hollande, jefe de Estado, entre el 2012 y 2017, está clasificado como el presidente más impopular de la historia de la V República, con un 11/12% de opiniones positivas al final de su mandato. Dos años antes del fin de su presidencia, Macron lleva camino de disputar ese «título», cuando solo cuenta con un 13/15 % de opiniones positivas.
Tiempos difíciles para Macron
La crisis en curso puede prolongarse indefinidamente. Los equilibrios políticos de las últimas elecciones, hace poco más de un año, amenazan con prolongar la crisis por una razón muy simple: Macron desea evitar que gobiernen las fuerzas parlamentarias mayoritarias, que son la extrema derecha de Le Pen y la extrema izquierda de Mélenchon. Ese rechazo contra el voto popular ha prolongado y agravado la crisis original.
Lecornu es el tercer jefe de Gobierno que ha dimitido desde la catastrófica convocatoria de Emmanuel Macron de elecciones anticipadas, el mes de junio del 2024. El presidente tardó tres meses en nombrar un primer jefe de Gobierno, Michel Barnier, conservador moderado, que solo duró otros tres meses, sin poder presentar unos presupuestos del Estado. Siguió, el mes de diciembre pasado, François Bayrou, que fue censurado nueves meses más tarde, sin poder presentar los presupuestos nacionales. Lecornu fue nombrado el 9 de septiembre. Cuatro semanas se confirma que ha sido el el jefe de Gobierno más efímero de la historia del Régimen.
Se trata de una consecuencia lógica de las reacciones ultra críticas contra Macron y contra un Gobierno que ha desaparecido antes de llegar a estar formado definitivamente.
Lecornu intentó varias fórmulas de Gobierno: «abierto» al socialismo moderado, «abierto» al ecologismo «liberal», «abierto» a una fórmula de «concentración»… tras veintiséis días de chalaneo, inútiles, Lecornu asumió el riesgo de un gobierno «macroniano»… que dejó insatisfecha a la derecha tradicional y al centro independiente, suscitando las críticas más violentas de las izquierdas, la extrema izquierda y la extrema derecha.
Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el partido de Jean-Luc Mélenchon, socialistas, comunistas e independientes comenzaron por advertir, la noche del domingo que se proponían presentar una moción de censura contra Lecornu y su proyecto de «Gobierno».
Ante esa riada de críticas, Lecornu ha preferido dimitir, pura y simplemente, incapaz de formar un Gobierno aceptable para alguien. Macron se instala en el podio inquietante de una impopularidad excepcional. Y la crisis politíca más grave de la historia de la V República se agrava, abriendo un periodo de la más profunda incertidumbre.