El histórico funicular lisboeta Elevador da Glória, uno de los funiculares más emblemáticos de la capital portuguesa, descarriló este miércoles a las 18:05 horas, causando al menos 15 muertos y 18 heridos, cinco de ellos en estado grave. El accidente ocurrió durante el trayecto que une el mirador de São Pedro de Alcântara con la Plaza de los Restauradores, cuando la rotura de un cable dejó el vehículo fuera de control y lo hizo chocar violentamente contra un edificio en la calle da Glória, en pleno centro de la capital.
Las imágenes grabadas por transeúntes muestran la magnitud del impacto y la rapidez con la que actuaron los servicios de emergencia. En las labores de rescate participaron 62 operativos y 22 vehículos, entre bomberos, personal sanitario y fuerzas de seguridad. Entre los pasajeros se encontraban numerosos turistas, incluidos niños. Hay al menos dos ciudadanos españoles entre los heridos, según han confirmado fuentes de Exteriores a Europa Press.
El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, se trasladó al lugar y declaró que «Lisboa está de luto» y que se trataba de «un día muy trágico» para la ciudad. Agradeció la rápida respuesta de los equipos de socorro y aseguró que, por respeto a las familias, ofrecería más detalles más adelante.
Los heridos fueron trasladados a diferentes hospitales de la ciudad. El Hospital de São José recibió nueve pacientes, incluidos los cinco en estado crítico. El Hospital de Santa Maria atendió a otros tres, entre ellos un niño considerado herido leve. Según Margarida Castro Martins, directora municipal de Protección Civil, varias personas quedaron atrapadas entre los restos y dos se encontraban en estado crítico en el momento del rescate.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, expresó su pesar por las víctimas y su solidaridad con las familias. En una nota oficial pidió que la investigación sea rápida y rigurosa. El primer ministro, Luís Montenegro, anunció que el Gobierno declarará luto nacional y aseguró que se están siguiendo de cerca las operaciones de emergencia.
Desde el otro lado de la frontera, también se han seguido las condolencias oficiales. «Todo nuestro cariño y solidaridad con las familias de las víctimas y con el pueblo portugués en este difícil momento. Y nuestros deseos de pronta recuperación a las personas heridas«, ha escrito Pedro Sánchez en su cuenta de X. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares,
Este no es el primer incidente en el Elevador da Glória. En mayo de 2018 se produjo un descarrilamiento sin consecuencias graves, cuando la cabina se salió de los raíles pero no volcó. La repetición de problemas ha reabierto el debate sobre la seguridad y la gestión del servicio.
Según los medios locales, el sindicato Fectrans recordó que la responsabilidad del mantenimiento fue entregada a una empresa privada y reclamó que vuelva a manos de Carris, la compañía municipal de transportes. Según su dirigente Manuel Leal, los trabajadores habían advertido en varias ocasiones sobre la tensión de los cables de sujeción y las deficiencias en la revisión técnica. A su juicio, la tragedia confirma esas preocupaciones y obliga a reconsiderar la externalización de los servicios de mantenimiento.
Un símbolo lisboeta
El siniestro también puso en evidencia las limitaciones del Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes Ferroviarios (GPIAAF). El organismo solo cuenta con un investigador especializado desde agosto de 2023, según fuentes de Lusa, lo que retrasará la recogida de pruebas. El proceso de contratación de un segundo experto sigue pendiente de autorización del Ministerio de Finanzas. Aun así, el GPIAAF confirmó que abrirá una investigación para esclarecer lo sucedido.
La Autoridad de Movilidad y Transportes anunció que realizará una supervisión adicional y presentará sus conclusiones lo antes posible. El Ejecutivo subrayó que, en esta primera fase, la prioridad absoluta es la atención a las víctimas y el apoyo a sus familias, y que las averiguaciones se harán en el momento oportuno.
El Elevador da Glória, inaugurado en 1885 por el ingeniero portugués Raoul Mesnier du Ponsard, es un símbolo de Lisboa y transporta más de tres millones de pasajeros al año entre el centro y el Barrio Alto. En 2002 fue declarado monumento nacional y es considerado una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
La tragedia ha conmocionado a Lisboa y al país entero. El luto decretado por el Gobierno refleja la gravedad del suceso, mientras se esperan las conclusiones de las investigaciones técnicas y administrativas.