Las explosiones retumbaron en la capital de Ucrania minutos después de conocerse el resultado de la última reunión celebrada este viernes entre las delegaciones Kiev y Washington. El esfuerzo diplomático continuará este sábado mientras una eventual tregua sigue distante y la guerra no cesa.
En la noche de San Nicolás, mientras miles de niños ucranianos se apuraban para conciliar el sueño a la espera de sus regalos, Rusia obligó a todo un país a soportar una nueva vigilia. Moscú ejecutó un nuevo bombardeo masivo contra el país vecino. El objetivo del ataque ha sido, una vez más, la infraestructura energética.
La campaña metódica rusa pretende minar la moral de un país que afronta el cuarto invierno en guerra. Aunque los apagones ya son diarios y constantes en las principales ciudades, tras el bombardeo, al menos seis regiones tuvieron que aplicar cortes de emergencia.
Las fuerzas invasoras lanzaron, según la Fuerza Aérea de Ucrania, 653 drones y 53 misiles balísticos y de crucero. En total se registraron hasta 60 ataques en 29 puntos diferentes. Los destrozos afectaron a instalaciones de transmisión, generación y distribución de electricidad.
El viceprimer ministro para la Recuperación y ministro de Desarrollo Comunitario y Territorial, Oleksiy Kuleba, manifestó en su canal de Telegram que «las instalaciones de generación de electricidad y calor en las regiones de Chernígov, Zaporiyia, Leópolis y Dnipropetrovsk fueron atacadas. Los equipos de reparación ya están trabajando en la restauración».
Kuleba informó sobre ataques contra puertos y nudos ferroviarios. En la región de Odesa casi 10.000 personas se quedaron sin electricidad y más de 30.000 sin suministro de agua, dijeron las autoridades locales.
Los bombardeos rusos alcanzaron cerca de 30 puntos diferentes. En las imágenes, los sufridos en Slobozhanske, en la región de Dnipro, y Kiev, y una estación de metro de la capital donde se refugiaron numerosos ciudadanos
El bombardeo alcanzó hasta a las provincias de Kiev, Chernihiv, Leópolis, Odesa, Zaporiyia, Dnipropetrovsk, Mykolaiv, Járkov y Poltava. La empresa energética de DTEK afirmó que sus centrales térmicas sufrieron daños. Vitaliy Zaichenko, jefe del operador de red estatal de Ucrania, Ukrenergo dijo al ‘Kyiv Independent’, que este ataque había sido «bastante severo».
El director del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), Rafael Grossi, destacó que, por primera vez desde el inicio de la invasión a gran escala, la central nuclear de Zaporiyia, perdió totalmente la energía externa durante media hora.
Continúan las negociaciones
Entre tanto, la nueva ronda de conversaciones de paz auspiciada por la Administración Trump sigue su curso en Florida. Se trata de la sexta reunión entre los equipos de Kiev y Washington en dos semanas. El diálogo se produce tras el encuentro entre Steve Witkoff, enviado de la Casa Blanca para Rusia, y Jared Kushner, yerno de Trump, con el presidente ruso, Vladímir Putin, esta misma semana. «Los participantes analizaron los resultados de la reciente reunión de la parte estadounidense con Rusia y las medidas que podrían conducir al fin de esta guerra», destaca el comunicado del Departamento de Estado.
«El progreso real hacia cualquier acuerdo depende de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo, incluyendo medidas para la desescalada y el cese de los asesinatos»
Rustem Umerov
Jefe de la delegación ucraniana en las conversaciones de paz
El jefe de la delegación ucraniana, Rustem Umerov, informó de que las discusiones continuarán también este sábado. Según Umerov, tanto los representantes de Estados como de Ucrania coincidieron en que «el progreso real hacia cualquier acuerdo depende de la disposición de Rusia a mostrar un compromiso serio con la paz a largo plazo, incluyendo medidas para la desescalada y el cese de los asesinatos».
Los enviados de Kiev resaltan que la clave de cualquier acuerdo es mantener la soberanía y asegurar la protección del país. Los equipos abordaron también cuáles serían las capacidades necesarias que necesitará Ucrania para disuadir a Rusia de futuros ataques.
Otro punto importante sobre el que versaron las conversaciones es una «agenda de prosperidad futura que apunta a apoyar la reconstrucción de Ucrania después de la guerra, las iniciativas económicas conjuntas entre Estados Unidos y Ucrania y los proyectos de recuperación a largo plazo», añadió Umerov en su mensaje.
Washington, como ya ha destacado en numerosas ocasiones el presidente norteamericano, está interesado en una paz rápida en Europa. Una idea plasmada en la nueva Estrategia de Seguridad de Estados Unidos publicado esta semana. El documento avanza una retirada de la presencia estadounidenses de Europa, instando a los aliados a encargarse de su propia seguridad.
«Un interés central de EEUU es negociar un cese rápido de las hostilidades en Ucrania, a fin de estabilizar las economías europeas, evitar una escalada o expansión no deseada de la guerra», reza el texto. Añade, además, que es preciso «restablecer la estabilidad estratégica con Rusia, así como posibilitar la reconstrucción de Ucrania». Idea de difícil aplicación en la realidad actual.
Respuesta ucraniana
El Ejército ucraniano, por su parte, informó este sábado de que las fuerzas ucranianas han atacado la refinería de petróleo rusa de Riazán, así como una planta de fabricación de casquillos.
El Ejército indicó que la refinería y la planta de fabricación de casquillos, ubicadas en Alchevsk, en la región ocupada de Lugansk, fueron atacadas durante la madrugada del sábado, pero no proporcionó detalles de los ataques.





