No es ningún secreto que el uso de dinero en metálico está cayendo mientras los pagos con tarjeta no dejan de crecer, pero aun así todavía supone la forma de pagar más utilizada en nuestro país. Por eso aunque parezca que los cajeros automáticos están cada vez más en desuso, lo cierto es que ahora son más necesarios que nunca, porque es la única forma que tenemos de conseguir billetes.
Por desgracia, estos aparatos están en el punto de mira de los ciberdelincuentes, y es que son un objetivo muy lucrativo para ellos debido a que no solo pueden conseguir nuestro dinero, sino que pueden hacerse también con nuestra información bancaria, y extender los robos todavía más.
Si bien los ataques a cajeros han evolucionado mucho en los últimos años, y los malos son capaces de instalar virus que les permiten sacar dinero sin hacer nada y hackeos por el estilo, también usan trucos “de toda la vida” que a pesar de ser simples son muy efectivos.
Entre ellos está la estafa del billete, un truco que parece inofensivo pero que tiene una motivación detrás. Como indica su nombre, todo comienza cuando el delincuente mete un billete en la ranura del cajero, y espera que llegue la víctima a sacar dinero.
Como es lógico, esta persona detectará el billete, y o bien pensará que alguien lo ha olvidado y le buscará, o simplemente lo cogerá y guardará, pero sea como sea lo que va a hacer es distraerse, que es exactamente lo que buscan los ladrones. Y es que todos los expertos en seguridad coinciden en que delante del cajero debemos estar alerta y atentos a todo el proceso, pero el truco del billete funciona como una distracción para cualquiera.
Mientras la atención del usuario se centra lejos de su tarjeta o del teclado, los delincuentes se mantienen al acecho y observan desde la distancia, a menudo utilizando cámaras ocultas. En un instante de descuido, pueden llegar a memorizar el código PIN o incluso sustraer la tarjeta. Otra modalidad consiste en engañar a la víctima con instrucciones falsas que la inducen a abandonar el cajero, momento que los estafadores aprovechan para consumar el robo.
Por ello si te encuentras en esta situación debes estar todavía más alerta, y aunque tu instinto te diga de actuar, recuerda que tu propio dinero está en juego y que eso es más importante.





