Fue el telescopio de sondeo ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides), financiado por la NASA y situado en Río Hurtado (Chile), que informó por primera vez de la observación de un “objeto interestelar” que se presume que podría venir y haberse formado fuera de nuestro sistema solar.
Un objeto muy raro de ver, de hecho, recibió el nombre de 3I/ATLAS por ser tan solo el tercer objeto de este tipo registrado en la historia, y haber sido descubierto por este telescopio. Existe muy poca información sobre este cometa, más allá de que procede de la constelación de Sagitario y que no supone una amenaza para la Tierra.
Hace tan solo unas semanas, este cometa captó la atención del mundo entero después de que se registraran dos frecuencias distintas que coincidía casi exactamente con la trayectoria de la legendaria “señal Wow”, la misteriosa ráfaga de radio detectada en 1977 que algunos creían que podía tener un origen extraterrestre.
Pero tras un prolongado silencio por parte de la NASA, finalmente convocaron una rueda de prensa para aclarar toda la verdad sobre el origen del 3I/ATLAS. EL organismo ha cerrado cualquier teoría alienígena, y confirma que se trata de un cometa de formación natural mostrando imágenes exclusivas de este.
Cada uno de estas proporcionó información sobre los espectros infrarrojo, visible, ultravioleta y de rayos gamma, lo que permitió comprender mejor la verdadera naturaleza de 3I/ATLAS. Aunque la NASA no le quita peso a este descubrimiento, debido a que no esperaban que el objeto pudiera verse desde tan lejos, en concreto a a 358 millones de kilómetros.
El 19 de diciembre de 2025, el cometa alcanzará su punto más cercano a la Tierra. Pasará a una distancia totalmente segura: a unos 267 millones de kilómetros. Tanto la NASA como otras agencias espaciales están llevando a cabo campañas de observación adicionales para capturar mejores fotografías e información relevante sobre el tercer objeto interestelar confirmado en la historia.
El problema es que la investigación de 3l/ATLAS es muy limitada, porque estos avistamientos son extremadamente raros, ya que el 3I/ATLAS cruzará nuestro sistema durante unos meses y después nunca lo volveremos a ver más.
