Asunción, 05 de noviembre de octubre de 2025. Actores comunitarios, servicios de salud, autoridades locales y el trabajo colaborativo interinstitucional se están convirtiendo en la primera línea de defensa ante posibles brotes epidémicos. Este es uno de los avances que Paraguay impulsa en el marco del Proyecto Regional con Recursos del Fondo para Pandemias “PROTECT”, una iniciativa regional para mejorar la respuesta a pandemias en siete países de América del Sur.
En Fuerte Olimpo y Bahía Negra (Alto Paraguay, Chaco), dos de las zonas fronterizas más remotas de Paraguay –colindantes con Brasil al este y Bolivia al norte–, las grandes distancias y la dispersión geográfica han representado históricamente un desafío para el acceso oportuno a los servicios de salud y a la vigilancia basada en las comunidades.
Tras su primer año de implementación, el proyecto PROTECT deja una lección crucial de acuerdo con los equipos técnicos paraguayos: fortalecer la vigilancia epidemiológica en las zonas fronterizas es un desafío enorme, que debe ser afrontado desde el sistema de salud en estrecha colaboración con la comunidad y otras instituciones bajo el enfoque de Una Sola Salud.
“El principal reto es la vulnerabilidad de las comunidades rurales, remotas y fronterizas ante el surgimiento de enfermedades zoonóticas y emergentes”, explicó Aida Samaniego, cuya tarea es dar apoyo técnico desde la Unidad de Epidemiología Regional (UER).
“Por eso, el proyecto aborda este desafío desde lo local, fortaleciendo la vigilancia basada en eventos comunitarios, para que los propios habitantes puedan identificar y alertar tempranamente sobre situaciones inusuales de salud”.
Señales de alerta y trabajo comunitario
Entre las señales de alerta que las comunidades aprenden a identificar se encuentran: ausentismo laboral o escolar masivo por causas desconocidas, incremento o venta inusual de antigripales, síndromes febriles o de diarrea aguda, posibles contaminaciones de aire, agua o suelo, además de muertes súbitas de animales silvestres o de granja (gallinas, cerdos o ganado mayor).
El trabajo se articula en estrecha colaboración con líderes y referentes comunitarios, quienes —al estar directamente vinculados con los servicios de salud— se capacitan para reconocer indicadores de alerta. Una vez identificadas posibles amenazas, toman acción inmediata notificando a las autoridades sanitarias.
“Además, contamos con referentes de vigilancia en cada servicio de salud y en el área de epidemiología, que elaboran y procesan planillas diarias”, detalló la Lic. Samaniego. “Un ejemplo claro fue durante las recientes inundaciones, cuando el acceso a los servicios estaba restringido: gracias a estos mecanismos, acá en el Hospital Regional de Fuerte Olimpo, recibimos notificaciones constantes y actualizadas directamente desde las comunidades afectadas”.
Ejes de acción y fortalecimiento de capacidades
El Proyecto PROTECT aborda los retos mediante dos estrategias clave:
- Vigilancia Basada en Eventos (VBE) Comunitaria: Fortalece la capacidad a nivel local para que los habitantes identifiquen y reporten eventos de salud inusuales que podrían derivar en un brote.
- Integración con Salud Indígena: Se realizan reuniones de gobernanza y planificación con representantes de Salud Indígena y equipos de Atención Primaria (APS), capacitando a las comunidades para que se conviertan en los primeros detectores de brotes, utilizando su conocimiento local.
La experiencia de Paraguay muestra un fortalecimiento de las capacidades críticas en el marco del proyecto, entre las que se destacan:
- Desarrollo de capacidades: Capacitación de la fuerza laboral en vigilancia digital y alerta temprana para el personal de salud y la red de vigilancia comunitaria.
- Coordinación interinstitucional: Fortalecimiento de la coordinación bajo el enfoque Una Sola Salud.
- Modernización de sistemas: Implementación de herramientas digitales avanzadas para la vigilancia y mejora de los sistemas de laboratorio, incluyendo la vigilancia genómica para la detección temprana de patógenos con potencial pandémico.
Fortalecimiento de capacidades laboratoriales
El Dr. Gualberto González, Encargado del Laboratorio del Hospital Regional de Fuerte Olimpo, destacó el fortalecimiento de las capacidades locales. “En el marco del Proyecto PROTECT, hemos consolidado una cabecera de laboratorio que opera prácticamente las 24 horas. Contamos con dos bioquímicos y los insumos necesarios, proveídos por el área de epidemiología”, afirmó.
“Nuestra ventaja es que la gente viene de distintas comunidades y hoy tenemos la capacidad de atenderlos, de responder a sus necesidades y además de contar con la información relevante para la vigilancia”.
“Atendemos a pacientes que vienen desde Bahía Negra y otras comunidades alejadas, realizándoles estudios completos: desde hemogramas y pruebas de coagulación hasta perfiles lipídicos y análisis para detectar sífilis, VIH e infecciones respiratorias”, explicó el Dr. González.
De esta forma, el trabajo del laboratorio adquiere un doble valor: transforma datos en evidencia para proteger la salud pública, mientras garantiza equidad en el acceso a diagnósticos esenciales. “Somos conscientes de las dificultades que enfrentan las personas y familias—recalcó el Dr. González— porque el Chaco es una región geográficamente compleja. Por eso, cada análisis que hacemos es un compromiso con quienes más lejos viven”.
Lecciones aprendidas y perspectiva regional
El proyecto ha dejado aprendizajes clave en su fase inicial:
1. Integración multisectorial: La preparación ante pandemias requiere la acción coordinada de los sectores de salud, agricultura, medio ambiente y tecnología.
2. Valor de la vigilancia comunitaria: La inclusión de comunidades rurales y remotas es vital para una alerta temprana efectiva.
3. Innovación tecnológica crítica: Las herramientas digitales son fundamentales para una gestión rápida de las emergencias sanitarias.
Sobre el Proyecto PROTECT
Financiado por una subvención de casi 17 millones de dólares del Fondo para Pandemias, PROTECT es una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y el Banco Mundial. Su objetivo es optimizar los sistemas de vigilancia y laboratorio en regiones fronterizas de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay, fortaleciendo la preparación y respuesta frente a pandemias en la región.
Coordinación multisectorial
PROTECT se lleva adelante mediante la colaboración multisectorial, teniendo al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) como líder nacional del proyecto. la Dirección General de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública (DGVS).
- La Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS) implementa la Vigilancia Basada en Eventos (VBE) y el fortalecimiento de laboratorios.
- Atención Primaria de la Salud (APS) Regional: Respuesta local y coordinación con hospitales.
- Salud Indígena (MSPBS): Actividades de vigilancia en comunidades indígenas.
- Ministerio de Agricultura y Ganadería: Vigilancia de enfermedades zoonóticas en animales.
- OPS/OMS y Banco Mundial: Apoyo técnico, gestión y financiamiento.
