Chile se posiciona como líder indiscutible en el desarrollo de inteligencia artificial en América Latina, según los resultados del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA). Este índice evalúa aspectos cruciales como la preparación, adopción, investigación y desarrollo de la IA en 19 países de la región, lo que coloca a Chile a la vanguardia en un área tecnológica clave que promete cambiar la vida de millones.
El éxito de Chile no llega por casualidad. El país ha impulsado una serie de iniciativas que promueven el desarrollo de IA bajo un enfoque ético y sostenible, con el respaldo de tecnologías innovadoras. Según Rodrigo Durán, gerente del Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile, los avances en su nación son notables. Durante un evento celebrado en Santiago para presentar los resultados del ILIA, Durán destacó que Chile, junto a Brasil y Uruguay, está liderando la transformación tecnológica en la región.
Un futuro impulsado por la IA
Durán subraya que el 84% de las tareas administrativas en el sector público podrían completarse en menos tiempo con la ayuda de la IA generativa. Esto no solo mejoraría la eficiencia de los procesos, sino que también podría tener un impacto directo en la economía chilena, incrementando el Producto Interno Bruto (PIB) anual en un 1,2%.
A pesar de estos impresionantes logros, Durán advirtió que el país aún enfrenta desafíos significativos, especialmente en la retención de talento y la adopción de políticas que maximicen el impacto económico de la IA. Sin una estrategia sólida en estas áreas, el país podría perder el impulso ganado en los últimos años.
Brechas tecnológicas en América Latina
El avance de Chile contrasta con los modestos beneficios económicos que otros países de la región están obteniendo de la IA. Según Javier Medina, secretario adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), mientras economías como la de América del Norte y China podrían ver incrementos del 26,1% y 14,5% respectivamente hacia 2030, América Latina apenas podría alcanzar un crecimiento del 5% relacionado con la adopción de la inteligencia artificial.
Medina explicó que la región enfrenta tres grandes desafíos que ralentizan su capacidad de beneficiarse plenamente de la IA: bajo crecimiento y productividad, altos niveles de desigualdad y una limitada movilidad social. Además, señaló que la débil capacidad institucional y la gobernanza insuficiente son obstáculos que limitan el potencial de la IA para transformar las economías locales.
Chile: un ejemplo de transformación
Chile, sin embargo, ha logrado evitar algunos de estos problemas gracias a un enfoque estratégico que prioriza la implementación de tecnologías avanzadas. Aunque enfrenta los mismos desafíos estructurales que el resto de América Latina, su apuesta por la IA está cambiando la vida de sus ciudadanos. En términos de productividad, las industrias chilenas han adoptado tecnologías basadas en IA para optimizar procesos, reducir costos y aumentar la eficiencia.
Es evidente que la inteligencia artificial en América Latina tiene el potencial de ser una herramienta transformadora, pero su éxito dependerá de la capacidad de los países para implementar políticas integrales que fomenten la innovación y el desarrollo tecnológico.
Un llamado a la acción
Mientras algunos países en la región, como Chile, muestran avances prometedores, el resto de América Latina debe ponerse al día si desea competir en la economía global. La clave estará en cerrar las brechas tecnológicas y adoptar un enfoque más inclusivo que permita que la inteligencia artificial impulse el crecimiento económico, mejore la productividad y, en última instancia, transforme la vida de millones de personas en la región.
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